sábado, 16 de agosto de 2014

FUNDACION PARA ANCIANOS CONCEPCION BEISTEGUI

UN LUGAR DONDE OCURREN EXTRAÑOS SUCESOS
Por Roberto S. Contreras Esparza

No hablar sobre este sitio, sería dejar inconclusa buena parte de la historia de esta zona que alberga todo lo que fue Regina Coeli (que ya hemos investigado y publicado en otro interesante artículo), y aunque fue parte de esta gran construcción, al separarse cuenta con una historia propia y de la cual le contaremos un poco, pero además, para los interesados por los fenómenos anómalos, o del mas allá este, sitio les podría ser muy atrayente ya que el lugar en cuestión, alberga sucesos que son dignos de tomar en cuenta pues a través de su historia han sucedido cosas que bien entran en el aspecto paranormal y que sus inquilinos cuentan con detalle a quien se interesan en ellos. Pero veamos un poco más lo que fue esta construcción y de todo lo que sucede aun aquí.

MÁS DE SU HISTORIA

Ubicada en la calle de Regina No. 7 en el Centro Histórico de la Ciudad de México y aledaña a la iglesia de Regina Coeli, se encuentra la Fundación para ancianos Concepción Beistegui que es una institución de asistencia privada sin fines de lucro, que fue constituida el 25 de agosto de 1928, fecha en que funcionaba como Hospital, llegando a ser el mejor de la época. Formo un entorno muy importante catalogado hoy como histórico y que fue en alguna época el Convento de Regina Coeli, siendo el segundo en la Ciudad de México, fundado por 10 monjas que salieron del convento de La Concepción el 18 de octubre de 1573. La edificación de la iglesia formal se inicio en 1583 y se termino 10 años después. Durante 137 años se mantuvo cerrada la comunicación con el templo y en 1994 fueron reabiertas las puertas rescatando con ella el movimiento original. Otras comunidades de religiosas concepcionistas fueron fundadas por monjas de este convento, como Regina Coeli y San Bernardo de México.

VARIAS ÓRDENES RELIGIOSAS PASARON POR AHÍ

También sirvió de alojamiento a las fundadoras de monasterios de religiosas de otras órdenes; por su amplitud, recibió tanto a madres de la orden del Salvador, que vinieron a fundar el convento de Santa Brígida, como a las monjas fundadoras de la Compañía de María (estás, mientras se terminaba su convento de “La Enseñanza”, ocuparon la capilla de Medina Picazo y las habitaciones aledañas). Esta capilla está considerada como una de las joyas más importantes de todo el continente. El patrimonio de la fundación es el inmueble, que por legado de su benefactora tiene en su poder. Ella, por decisión propia y alto sentido humanitario decidió dejar parte de sus bienes a la fundación.

EL LEGADO DE MARÍA CONCEPCIÓN BEISTEGUI

En su testamento especifica: Yo María Concepción Máxima Beistegui y García, católica por gracia de Dios y doncella por su benevolencia, teniendo solo parientes ricos que no requieren de mi, lego mi alma a Dios y mis bienes a los pobres”… Pocos días después de su fallecimiento, acaecido el 5 de septiembre de 1873, se abrió el testamento viéndose en la cláusula décima tercera su mandato para la fundación de un hospital. Los antiguos albaceas cumplieron rigurosamente las disposiciones de la finada y el hospital Concepción Beistegui fue inaugurado por el general Porfirio Díaz el 21 de marzo de 1886 gracias a múltiples mejoras y modificaciones en las que se gastaron 217,111.58 pesos en oro.

ORGULLO PARA TODA LA AMÉRICA LATINA
 
Desde la fecha de inauguración, el Hospital Beistegui se convirtió en un importante centro quirúrgico; su primer director fue el, talentoso y entusiasta Doctor Joaquín Vértiz, que durante 42 años prodigó sus bondades y sus sapiencias en este hospital y fue considerado como el alma de este centro hospitalario, modelo en su época al servicio de los pobres y desvalidos. Hasta 1910 el Hospital vivo con holgura; a partir de esta fecha y hasta 1927 la tristeza penuria se apodera de esta casa de beneficencia, hasta el patronato formado por los doctores Atanasio Garza Ríos, Daniel Gurría Urgeli y Mauro Villareal, reorganizan los servicios y fundan un sanatorio y una policlínica. En 1931 los Doctores Gurría Urgeli y Villareal renuncian los cargos que tan fielmente sirvieron y el nuevo patronato queda integrado por los facultados Gustavo Baz y Felipe Ruiz Esparza, quienes junto a Garza Ríos y el Dr. Luis Cervantes, hicieron este hospital un motivo de orgullo para México, sino para toda la América latina.

 LA MISTERIOSA HISTORIA DE ZOILA

Ahora les presentamos una rara e interesante historia de algo que se cuenta y dicen que sucedido ahí hace ya algún tiempo, que es parte del lugar, con esa magia que aun se desenvuelve en el asilo, entre los años llenos de vivencias de sus ocupantes que están albergados ahí, a la espera de ser testigos de sucesos increíbles como este, o a la espera de su final Fue una noche como muchas en las largas guardias del asilo. Doña Mundis, enfermera vieja experimentada y con aplomo hacia su turno acompañada de Rosario de mucho menos edad pero igual con el cariño por su trabajo que su compañera. La noche, obscura, fría, dejaba sentir un algo inexplicable para las dos que al realizar una ronda de supervisión entraron al cuarto número uno, que ocupaba Zoila. Se trataba de una abuela osca y difícil para propios y extraños, retraída como pocas y agresiva con sus hijos a quienes nunca les oí una queja de su madre. Ella, cuando la visitaban los molestaba y corría, pero esa noche estaba bien de salud, tranquila como siempre que estaba sola y se puso a la defensiva cuando las vio entrar a revisarla. Sin decirnos nada, se dejo cambiar, le fueron tomados sus signos vitales, y se le arropó y continuaron con su rutinario rondín nocturno.

NO QUISIERON QUEDARSE SOLA CON ELLA

A las 3 horas, como marca el reglamento regresaron a visitar a la huésped, esta vez casi en silencio para no perturbar sus sueños y cuál sería su sorpresa que la encontraron con los ojos y la boca muy abierta con expresión de pánico, trataron de revivirla con la ansiedad que solamente ellas conocen, no les fue posible, estaba bien y al parecer ya había muerto. Inútiles fueron sus esfuerzos para reanimarla, ella, había muerto, a pesar de ello conservaba una temperatura adecuada los que dio a entender que acababa de fallecer, un gran sentimiento de tristeza las envolvió a ambas. No quisieron quedarse sola con ella, cuando Mundis dijo que iba a buscar una sabana para amortajarla mejor salieron las dos.

UN GRITO DESGARRADOR

Ellas relataron más… “Nos alejamos unos pasos de su cuarto y escuchamos un fuerte grito aterrador que salía a nuestras espaldas, esto nos sobrecogió de pánico y ambas nos tomamos de la mano, regresamos a la habitación y al pasar por el cuarto numero 2 ocupado por Pedrito Barajas, lo vimos tirado en el piso temblando de miedo porque el también había escuchado el grito que describía como alarido, el era un anciano invidente bueno como el pan y cariñoso con todos, nos dijo con palabras entre cortadas, que fue eso, lo escucharon y tomándolo de las manos pretendimos tranquilizarlo pero con mucha dificultad, tal vez porque nosotros tampoco lo estábamos Zoila, murió, a pesar de la mortaja no pudimos despojarla de su expresión de pánico. ¿Qué paso?, ¿quién grito?”… Eso se los dejamos a su imaginación.

UN SITIO MUY INTERESANTE
 
Y así, relatos de esta índole hemos podido encontrar ahí. Es de todos conocido el hecho, de que al presentarse en el lugar, no verá o escuchara sucesos paranormales de inmediato, pero si le presta un poco de tiempo y paciencia, se gana la confianza de quien ahí viven o labora, poco a poco se enterara de cosas y hechos que lo dejaran pensado en todo lo que significa ese asilo, donde periódicamente y en plena actualidad hay situaciones muy misteriosas. Visite el lugar, conózcalo y tal vez, podrá ser parte de los muchos testigos que han registrado uno de estos fenómenos del más allá en ese interesante sitio.